El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó una positiva noticia: en enero de 2025, los Índices Nominales de Remuneraciones (IR) y de Costos Laborales (ICL) registraron aumentos interanuales del 8,3% y 8,5%, respectivamente. Este crecimiento refleja una recuperación sostenida del mercado laboral chileno, beneficiando directamente a trabajadores y familias.
Los sectores de comercio, industria manufacturera y construcción fueron los principales impulsores de este incremento, destacando su papel clave en la economía. Además, el Índice Real de Remuneraciones, que ajusta los sueldos según la inflación, aumentó un 3,2% en doce meses. Esto indica que, pese a los desafíos inflacionarios, el poder adquisitivo de los trabajadores ha mejorado.
En términos salariales, la remuneración media por hora ordinaria alcanzó los $6.833, con un alza interanual del 9,0%. Las mujeres experimentaron un crecimiento aún mayor, con un promedio de $6.643 por hora y un aumento del 9,2%. Aunque la brecha salarial de género sigue siendo un desafío, estas cifras reflejan avances hacia una mayor equidad.
El impacto de estas alzas es significativo: con mayores ingresos, las familias pueden mejorar su calidad de vida, invertir en educación, salud y vivienda, impulsando así el crecimiento económico. Además, un mercado laboral dinámico y con mejores salarios fortalece la confianza en la economía, incentivando la inversión y la generación de empleo.
Por otro lado, el costo laboral medio por hora total, que incluye sueldos y beneficios adicionales, aumentó un 8,9%, reflejando no solo mejoras salariales, sino también un incremento en la seguridad y bienestar de los trabajadores.
Si bien estos avances son alentadores, aún quedan desafíos por abordar. La reducción de la brecha de género en las remuneraciones sigue siendo una tarea pendiente, y es fundamental implementar políticas que fomenten la igualdad salarial y el acceso equitativo a oportunidades laborales.
En definitiva, los datos del INE muestran un panorama optimista para el mercado laboral chileno. El desafío ahora es mantener esta tendencia positiva y garantizar que todos los sectores de la sociedad puedan beneficiarse de estos avances, construyendo así una economía más inclusiva y sostenible.