Durante su participación en el programa “La Voz de Tarapacá” de Radio La Mega, el diputado Matías Ramírez Pascal se refirió con dureza a los recientes casos de corrupción y vínculos con el narcotráfico que involucran a funcionarios de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, particularmente tras la detención de seis militares con casi 3.000 millones de pesos en droga, en un operativo que impactó a nivel nacional.
Ramírez calificó la situación como “gravísima” y recalcó que estos hechos deben llevar al país a una profunda revisión de los protocolos de control, tanto internos como externos, en las instituciones uniformadas. “Esto no puede seguir viéndose como hechos aislados”, señaló. Recordó también el reciente caso en Huara, donde 14 carabineros fueron dados de baja por corrupción, y cuestionó la falta de avances en reformas estructurales para evitar que estos hechos se repitan.
El parlamentario, miembro de la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara, indicó que ya se han citado a altos mandos de Carabineros y del Ejército para rendir cuentas, pero lamentó que persista una “cultura institucional de tolerancia” a estas prácticas. “Cuando uno ve que todos los comandantes en jefe del Ejército desde el retorno a la democracia han sido procesados por la justicia, claramente estamos ante un patrón”, sostuvo.
Además, llamó a fortalecer los mecanismos de control preventivo, incluyendo mayores facultades para organismos como la Contraloría, y avanzar en medidas como la fiscalización efectiva del patrimonio de funcionarios públicos, incluso en las Fuerzas Armadas.
“Estamos viendo cómo el crimen organizado comienza a permear instituciones que tienen el monopolio de las armas. Esto es extremadamente grave y debe enfrentarse con decisión política, no con trincheras ideológicas”, dijo Ramírez. A su juicio, más que endurecer penas, se deben mejorar los sistemas de detección temprana y fiscalización externa.
El diputado reconoció también que la corrupción no solo es institucional, sino cultural. “Hay prácticas que la sociedad ha normalizado, como pedir favores para evadir multas, que son actos de corrupción en pequeña escala, pero igual de dañinos”, expresó, relatando experiencias personales desde su época como concejal.
Finalmente, destacó que, aunque en el caso de los militares detenidos el proceso se activó gracias a controles internos, “eso no basta”. Subrayó que el problema no es atacar a las instituciones, sino asumir que hay una crisis real que requiere cambios urgentes y consensuados: “Si no corregimos el rumbo, seguiremos viendo cómo la corrupción sigue escalando”.