Lo que comenzó como una iniciativa en las salas de clase de tres establecimientos escolares en la provincia de Colchagua hoy se transforma en un reconocimiento histórico: son los primeros colegios de Hispanoamérica en ser certificados como 100% carbono neutral, gracias a un riguroso proceso de auditoría y compromiso con la sustentabilidad.
Más de 1.800 estudiantes, 3.500 apoderados y 250 funcionarios de los colegios “El Principito”, “San José de la Montaña” y el “Liceo Cardenal Raúl Silva Henríquez” —todos pertenecientes a la Fundación Profesor Luis Silva Sánchez— han asumido el rol de agentes de cambio frente al desafío del cambio climático.
“Estamos muy contentos de ser la primera fundación educacional de la región en alcanzar la carbono neutralidad con un sello internacional, apostillado en La Haya. Este no es el punto de llegada, sino el punto de partida para seguir liderando en sustentabilidad. Todos debemos ser parte de la lucha contra el cambio climático”, señaló Gonzalo Silva, presidente de la fundación.
¿Qué significa ser carbono neutral?
El concepto de carbono neutralidad implica un proceso técnico, transparente y validado internacionalmente: se trata de medir, reportar y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante créditos de carbono de alta integridad. Estos créditos representan una tonelada de CO₂e evitada, capturada o reducida, a través de proyectos certificados bajo estándares como Verra y Gold Standard, reconocidos globalmente.
Catherine Alliende, gerenta comercial de BTI —consultora ambiental a cargo del proceso— explicó: “Durante el primer año se realizó una auditoría para cuantificar las emisiones de los tres establecimientos. Posteriormente, se llevó a cabo una nueva verificación en terreno, y con esos datos se avanzó a la carbono neutralidad adquiriendo créditos de carbono con validez internacional”.
Sustentabilidad desde el aula
El camino hacia esta certificación no fue simple. Durante tres años, toda la comunidad educativa se involucró activamente: implementaron campañas de reciclaje, midieron los residuos generados y promovieron el ahorro energético.
Entre las acciones destacadas está la recolección de más de 1.500 kg de botellas plásticas para la Teletón —siendo la institución privada que más aportó— y la limpieza del cerro Rucatalca, donde estudiantes y apoderados recolectaron 100 kg de basura.
Florencia Corbalán, alumna de octavo básico del colegio El Principito, expresó su orgullo: “Desde que empezamos a reciclar entendí que el momento para actuar es ahora. Me emociona saber que con mis compañeros estamos ayudando a salvar el planeta”.
Más que un certificado, un compromiso
Con este reconocimiento internacional, los colegios de la Fundación Profesor Luis Silva Sánchez no solo han compensado sus emisiones pasadas: han adquirido el compromiso de continuar implementando medidas de mitigación para mantener la sostenibilidad en el largo plazo.
Este logro no solo resalta a nivel ambiental, sino que también demuestra que el futuro sostenible sí puede construirse desde las salas de clases.