El Primer Congreso Nacional de Moda y Artesanía Circular y Sostenible (CNMACS) congregó en Iquique a más de doscientas emprendedoras de la región de Tarapacá, con el propósito de impulsar la creatividad y la innovación hacia una industria más ética, responsable y consciente. En este evento, mujeres destacadas lideraron el cambio hacia modelos circulares y sostenibles, mostrando la creciente importancia de la moda y la artesanía en un mundo que busca reorientar sus prácticas hacia la sostenibilidad.
Desarrollado en el marco del programa Viraliza Formación “Impacta Sostenible” de Corfo, y con la colaboración de Innova Global (RFD), Teck Quebrada Blanca y la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Arturo Prat, el Congreso se destacó por reunir a una serie de relatoras nacionales y regionales que abordaron las problemáticas y oportunidades dentro de esta industria. Johana Fernández, directora de Innova Global, destacó que el evento fue un espacio estratégico para promover la transformación de la industria hacia modelos más circulares y sostenibles, poniendo en valor el talento femenino y la relevancia de la artesanía como motor económico para un futuro más verde y responsable.
Durante la jornada, Catalina Cortés, directora regional de Corfo, resaltó que el Congreso se enmarca dentro de la estrategia sustentable de la institución, como parte de un conjunto de acciones que comenzaron en 2024 con la pasarela que contó con la participación de la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada. Además, indicó que este tipo de iniciativas seguirán creciendo y fortaleciendo el ecosistema local de moda sostenible.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la Unap, Miguel Segovia, también destacó la relevancia de la innovación y el apoyo en maquinaria especializada para avanzar en procesos de reciclaje y economía circular, un área clave para consolidar una industria sostenible.
El Congreso contó con una serie de charlas y paneles impartidos por expertas en la materia, como Lupe Gajardo, quien habló sobre “El camino en la innovación a través del moldaje sin residuo”, y Fran Gajardo, quien abordó el rol de la mujer en el diseño sostenible. También se presentó el testimonio de Penélope Mora sobre su experiencia como modista y diseñadora dentro del desafío RFD, un ejemplo de cómo la moda puede contribuir a la sostenibilidad.
Además de las exposiciones, se realizaron rondas de negocios y mesas de trabajo para fomentar la colaboración entre los diversos actores del sector, creando redes de apoyo e intercambio de ideas que permiten avanzar hacia una industria textil más justa, circular y responsable. Este evento subraya la importancia de la colaboración entre mujeres emprendedoras, instituciones públicas y privadas para avanzar hacia una economía más consciente y con un impacto positivo para las generaciones futuras.