● Crecen los robos de cables en la región, con cifras que ya superan las del año pasado.
● Preocupa la falta de medidas concretas para frenar estos delitos y desarticular las bandas responsables.
La región de Tarapacá enfrenta una situación preocupante debido al aumento de robos de cables de cobre, con un tercer incidente masivo en menos de tres meses. Durante la madrugada del lunes 16 de diciembre, la comuna de Pica se convirtió nuevamente en el blanco de bandas organizadas que vandalizaron y destruyeron la red de distribución eléctrica para sustraer el cobre y comercializarlo en el mercado negro.
En este último ataque, los delincuentes derribaron 20 postes eléctricos y robaron 7.500 metros de cable de cobre de media tensión, dejando sin suministro eléctrico a 2.647 clientes en Pica, Matilla y La Huayca. El robo ocurrió en el sector de Canchones, una zona apartada que facilitó la acción de los delincuentes.
Respuesta de emergencia
La empresa eléctrica a cargo activó un plan de contingencia para reconstruir la red eléctrica dañada. Además, instaló generadores de respaldo que permiten un suministro parcializado mientras se repara la infraestructura destruida.
Este tipo de incidentes no es aislado. Situaciones similares ocurrieron en septiembre y noviembre en la localidad de Pisagua, comuna de Huara, evidenciando un patrón de actuación recurrente en la región.
Preocupación y llamado a la acción
Luis Gajardo, gerente zonal de CGE, expresó su profunda preocupación ante este nuevo robo masivo. Advirtió sobre el riesgo de que estos actos delictivos continúen si no se intensifican los esfuerzos de las autoridades para detectar y desarticular las bandas organizadas y, sobre todo, frenar el mercado negro que permite la comercialización del cobre robado.
Asimismo, hizo un llamado urgente para que se convoque nuevamente la Mesa de Robo de Cables, liderada por las autoridades, con el fin de agilizar y profundizar las medidas contra este tipo de delitos.
Escalada de robos en la región
El robo de cables de cobre ha generado numerosas interrupciones eléctricas en comunas como Iquique, Alto Hospicio, Pozo Almonte, Huara y Pica. En lo que va del año, se han registrado 135 incidentes, con más de 42 kilómetros de cables sustraídos, cifras que superan ampliamente a las del año pasado, cuando se reportaron 121 robos y 28 kilómetros de cable robado.
Gajardo subrayó que estos ataques no solo generan pérdidas a la empresa eléctrica, sino que también impactan gravemente a la comunidad, empresas e instituciones locales. “Estas bandas no solo dañan la infraestructura eléctrica, sino que afectan la calidad de vida de las personas y el desarrollo económico de las zonas afectadas”, concluyó.