En la localidad de Ancovinto, comuna de Colchane, se ha levantado un innovador invernadero con el objetivo de producir forraje para la ganadería de llamas y alpacas, una iniciativa impulsada a través del Convenio de Innovación en Riego entre la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura de Tarapacá. El proyecto beneficiará a la Asociación Indígena de Productores y Criadores de Camélidos LayrjaPhura.
Este invernadero, que se distingue por su enfoque en la producción de forraje para ganado camélido, es el primero de su tipo en la región de Tarapacá, aunque existen experiencias similares en la Región de Arica y Parinacota. El proyecto se inserta en el esfuerzo por fortalecer la ganadería camélida como actividad económica y cultural, en colaboración con el Ministerio de Agricultura y CONADI.
El seremi de Agricultura de Tarapacá, Eduardo Justo, destacó la relevancia de esta iniciativa al hacer frente a los desafíos impuestos por el cambio climático y la escasez de agua. «Este invernadero es una solución innovadora que permite garantizar el suministro de alimento para el ganado durante todo el año, lo cual es cada vez más difícil debido a las condiciones climáticas extremas. Estamos satisfechos con el inicio de su funcionamiento, que ayudará a cubrir las necesidades de los productores locales», señaló Justo.
Por su parte, el subdirector nacional de CONADI en Iquique, Juan Pablo Pérez, destacó el impacto positivo de la obra en las comunidades ganaderas. «Este proyecto representa un hito para las localidades indígenas del altiplano, ya que les ofrece una solución concreta para la producción de forraje. Estamos muy satisfechos con esta obra, que permitirá a las comunidades obtener beneficios importantes, especialmente en un contexto de cambio climático», afirmó Pérez.
Los beneficiarios de este proyecto, encabezados por Gerson Gómez, presidente de la Asociación LayrjaPhura, indicaron que el invernadero está diseñado para adaptarse a las condiciones climáticas extremas del altiplano. «Este invernadero crea un microclima controlado que nos permitirá cultivar pasto forrajero, como avena, cebada y alfalfa, para alimentar a nuestros animales durante las épocas de escasez, especialmente en invierno», explicó Gómez.
Este proyecto de innovación agrícola representa un avance significativo en la sostenibilidad de la ganadería en la región, al mismo tiempo que fortalece las prácticas culturales y económicas de las comunidades indígenas del altiplano de Tarapacá.