El Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) de Tarapacá, dependiente del Ministerio de Agricultura, sigue consolidando su compromiso con la agricultura sostenible y resiliente a través de las Escuelas de Campo en Transición Agroecológica (ECA). Este programa innovador está transformando las prácticas agrícolas de pequeños productores de la región, promoviendo una agricultura más amigable con el medio ambiente y que se adapta a las exigencias del desierto.
En su quinto encuentro, las ECAs se centraron en el Manejo Ecológico de Plagas y Enfermedades, una jornada que combinó conocimientos teóricos con prácticas agrícolas. La agrónoma Trinidad Antimil, encargada del programa, destacó la activa participación de los agricultores, quienes realizaron la preparación de bioproductos para controlar plagas, como polisulfuro de calcio, decocción de cola de caballo y jabón potásico. “Los agricultores aprenden de forma práctica y pueden aplicar lo aprendido directamente en sus propios cultivos”, comentó Antimil.
Luis Pizarro, jefe del Departamento de Fomento de INDAP Tarapacá, resaltó el impacto positivo que ha tenido este programa en los últimos dos años. “Las Escuelas de Campo han permitido arraigar la agroecología entre un grupo de agricultores conscientes. Esta metodología ha empoderado a nuestros usuarios y está contribuyendo de manera significativa a un modelo agrícola más sostenible en nuestra región”, expresó Pizarro.
El impacto del programa se refleja en las experiencias de los propios agricultores. Luis Ramos Torres, agricultor de Bajo Matilla, en la comuna de Pica, destacó junto a su esposa Sandra Godoy cómo los conocimientos adquiridos a través de INDAP han mejorado su producción. “Nuestros cultivos están libres de plagas y nuestros productos son reconocidos por su calidad y sabor natural”, señaló Ramos.
Enzo Solari, Ingeniero Agrónomo de la consultora Ecosuyu, quien lidera las Escuelas de Campo, subrayó la importancia del trabajo colaborativo. “El segundo año de las Escuelas ha sido clave para compartir experiencias y fortalecer la confianza entre los agricultores. Ver a los vecinos adoptar las mismas prácticas genera un sentido de comunidad y empoderamiento”, comentó Solari.
Las Escuelas de Campo en Transición Agroecológica están demostrando ser una herramienta clave para impulsar la agricultura sostenible en Tarapacá, combinando saberes tradicionales con técnicas agroecológicas modernas. De esta manera, los agricultores no solo están logrando una producción de alta calidad, sino que también están contribuyendo a la preservación del medio ambiente, sentando las bases para un futuro agrícola más resiliente en el desierto de Tarapacá.