A siete meses de la puesta en marcha del Servicio de Reinserción Social Juvenil (SRJ) en Tarapacá, la directora nacional de la institución, Rocío Faúndez, visitó la región para evaluar el progreso y la implementación del servicio en la macrozona norte. Durante su visita, Faúndez resaltó los logros alcanzados y la gestión realizada en este período.
Faúndez destacó que, a pesar de las complejidades de la región, la implementación del servicio ha sido positiva. En Tarapacá, actualmente hay 272 jóvenes en conflicto con la justicia; de estos, el 80% está en libertad, cumpliendo medidas o sanciones en sus hogares con el apoyo de diversos programas, mientras que solo 30 están privados de libertad. De estos últimos, 12 cumplen condena y 18 están en investigación, manteniendo presunción de inocencia.
Durante su visita, Faúndez, acompañada por Liliana Romero, directora regional del SRJ, recorrió el Centro de Internación Juvenil. Junto a otras autoridades locales, presenció una exhibición de calistenia y otras actividades deportivas realizadas por los jóvenes como parte de su rutina diaria, así como una muestra de los trabajos artísticos producidos en los programas de intervención para la reinserción.
También visitó el centro de Libertad Asistida Especial e Internación Parcial (LAE-IP), donde inspeccionó las instalaciones y compartió con los jóvenes que cumplen medidas en el lugar.
En este contexto, Faúndez expresó su satisfacción con el trabajo realizado en la región, subrayando que, a pesar de las dificultades, se han implementado eficazmente mecanismos para la reinserción social. «Estamos muy satisfechos con los avances logrados. Nuestro equipo ha sido proactivo, implementando medidas sin esperar instrucciones desde el nivel nacional. Esto ha permitido que la fiscalía y la defensoría reconozcan que los jóvenes en el Centro de Internación Juvenil de Iquique tienen rutinas más estructuradas, menos tiempos ociosos, y, en consecuencia, una mejor regulación emocional y menor ansiedad. El equipo está comprometido, y desde el nivel central les brindamos todo el apoyo necesario para enfrentar el contexto regional».
Uno de los elementos clave del trabajo del SRJ es el Modelo de Intervención Especializada (MIE), que constituye la base para abordar la conducta delictiva de los jóvenes. Faúndez explicó que este modelo requiere un análisis exhaustivo de la trayectoria de vida del joven, incluyendo su historia, contexto familiar y barrial, así como cualquier experiencia previa en el sistema de protección. Basado en este análisis, se elabora un plan personalizado para abordar sus necesidades específicas.
Faúndez subrayó la importancia de comprender que muchos de los jóvenes con los que trabajan han vivido situaciones de violencia desde una edad temprana. «Estos jóvenes a menudo han experimentado violencia en múltiples contextos, y necesitan apoyo para sanar esos traumas profundos», comentó.
Otro aspecto importante del modelo es el acompañamiento post egreso, un apoyo voluntario que se ofrece cuando el joven completa su medida o sanción. «En Tarapacá, ya estamos brindando este acompañamiento a jóvenes en proceso de reintegración, ayudándolos a enfrentar los desafíos que surgen, como el compromiso familiar con el delito, la falta de empleo, o la exclusión del sistema escolar. Este acompañamiento, que se extiende por seis meses, busca asegurar que el joven tenga oportunidades reales para mantener los cambios positivos y evitar reincidencias.»
Faúndez también destacó la implementación de la mediación penal juvenil en casos de ciertos delitos. «Siempre que la víctima y el joven estén de acuerdo, se facilita la posibilidad de llegar a un acuerdo con la intervención de un mediador especializado. Este proceso permite que la víctima se sienta reparada y que el joven realice acciones para compensar el daño causado, promoviendo una justicia restaurativa que ha mostrado excelentes resultados en la región, con 60 mediaciones, especialmente en casos de violencia escolar».