La Secretaría Nacional de Drogas y Alcohol (SENDA) en la región de Tarapacá inició la primera sesión del Comité Directivo Regional de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, presentando el Plan de Acción 2024-2030 de la Estrategia Nacional de Drogas. El evento, celebrado en el casino de suboficiales de Carabineros, fue encabezado por Daniel Quinteros, delegado presidencial regional, y Alejandra Zúñiga, directora regional de SENDA Tarapacá.
Quinteros destacó que el plan de acción para los años 2024-2030 se centra en la prevención del consumo de alcohol y drogas, con 8 objetivos estratégicos, 43 medidas intersectoriales y más de 100 acciones detalladas. El enfoque principal es ofrecer respuestas integradas y completas, priorizando derechos humanos, equidad, territorialidad, género, participación social y cuidados. Destacó que este plan se elaboró de manera participativa, involucrando a más de 2 mil personas en todo Chile, incorporando diversas experiencias territoriales para brindar atención y apoyo a las familias y la comunidad en la temprana prevención del consumo entre niños, niñas y adolescentes.
Por su parte, Alejandra Zúñiga enfatizó la amplia participación del sector intersectorial en la sesión del comité, subrayando que se centró en la coordinación de la agenda regional que se desplegará como expresión del plan de acción en el territorio. Durante la reunión, se revisaron diversas medidas y cada participante pudo aportar sugerencias para promover el trabajo colaborativo y sostenible a lo largo del tiempo.
La sesión contó con la presencia activa de representantes de municipios y diversos servicios públicos como la Seremi de Gobierno, Delegación Provincial del Tamarugal, Salud, Deportes, Desarrollo Social, Minvu, Transportes, Trabajo y Seguridad Pública. Asimismo, participaron organizaciones privadas como la Cámara de Comercio de Alto Hospicio y representantes gremiales de la ANEF.
El Plan de Acción 2024-2030 tiene como objetivo abordar las causas y consecuencias sociales y sanitarias del consumo de drogas, reconociendo su impacto desigual en personas y comunidades. El desafío es implementar respuestas articuladas e integrales que garanticen la presencia de la prevención, el tratamiento y la integración social en todas las políticas públicas.