El reciente accidente en la Ruta 16 nos invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestra principal vía de conexión entre Iquique y Alto Hospicio. Ninguna infraestructura vial está completamente libre de emergencias o interrupciones; las carreteras, por su propia naturaleza, están expuestas a accidentes, condiciones climáticas adversas y otras circunstancias imprevistas.
Sin embargo, la pregunta clave no es si podemos evitar lo inevitable, sino cómo enfrentamos estas situaciones y, sobre todo, con qué rapidez y eficacia logramos restablecer la normalidad. En este sentido, es justo reconocer el esfuerzo de las instituciones responsables, que actuaron con prontitud para restablecer el tránsito, desplegando recursos y coordinando acciones en terreno. Su trabajo y compromiso son visibles y valorables.
No obstante, debemos ser realistas: aún hay mucho por mejorar. La Ruta 16 es una arteria fundamental para miles de personas que diariamente la utilizan por motivos laborales, educativos, de salud y personales. Cada interrupción impacta directamente la vida cotidiana de nuestra comunidad. Por ello, como delegada presidencial, reafirmo mi compromiso de seguir trabajando junto a los organismos técnicos, Carabineros, el Ministerio de Obras Públicas, la autoridad vial y los municipios para fortalecer nuestra capacidad de respuesta, agilizar los protocolos y avanzar en soluciones estructurales que hagan nuestra conectividad más resiliente.
Más que nunca, necesitamos un enfoque preventivo basado en planificación anticipada, rutas alternativas y una comunicación oportuna con la ciudadanía. Si bien no podemos controlar todas las variables, sí podemos y debemos ser evaluados por la efectividad de nuestra respuesta. La confianza de la comunidad en sus autoridades se construye con hechos y se honra con un compromiso permanente.
Como Gobierno, entendemos que la recuperación de la conectividad no termina con la reapertura de una vía; implica un proceso continuo de evaluación, corrección y mejora. La fragilidad de la Ruta 16 es un desafío constante, y nuestra responsabilidad es enfrentarlo con gestión eficiente y soluciones sostenibles.