El XI Festival Folclórico Internacional «Nuestras Raíces» llegó a su fin con una jornada llena de alegría, colores y sonrisas. Este evento, realizado en Alto Hospicio, reunió a 34 agrupaciones provenientes de cinco países diferentes, quienes presentaron lo mejor de su música y danza, y ofrecieron una muestra vibrante de la riqueza cultural de Latinoamérica y el mundo.
A lo largo de varios días, el festival se convirtió en un verdadero punto de encuentro entre culturas, donde los asistentes pudieron disfrutar de espectáculos llenos de tradición, ritmo y hermandad. Desde la Plaza de Armas de la comuna, artistas y bailarines compartieron con la comunidad hospiciana un sinfín de colores, sonidos y pasos que reflejan la diversidad cultural de los pueblos hermanos.
El alcalde Patricio Ferreira y el Concejo Municipal de Alto Hospicio fueron piezas clave en la organización de este evento, y su apoyo a la cultura local e internacional fue destacado por los participantes. «Este festival ha sido una oportunidad para acercar las culturas, para celebrar la música y la danza como elementos que nos unen a todos. Agradecemos a todos los que hicieron posible este encuentro», expresó el edil.
Apreciación de las delegaciones internacionales
Los representantes de las delegaciones participantes también se mostraron muy agradecidos por la recepción en Alto Hospicio. Misael Ludueña, director del Ballet Folclórico Kalem de Argentina, destacó la organización y el cariño de la comunidad, y expresó su orgullo por el esfuerzo de su grupo durante cada presentación.
Desde Colombia, Angélica Flores, de la Corporación Folclórica y Cultural Maestros de Santander, felicitó a las autoridades por la iniciativa y expresó que esta es una gran oportunidad para eliminar fronteras a través del arte. «Es maravilloso cómo la danza y la música nos unen, y lo que hemos vivido aquí ha sido espectacular», señaló.
Por su parte, Mauricio Carpio, director de Nuna Estudios de Danzas de Bolivia, destacó el crecimiento del festival y su importancia en el ámbito cultural del norte de Chile. «Este es uno de los mejores festivales en el que hemos participado, y estamos agradecidos por la oportunidad de compartir la cultura de nuestros países», agregó.
Un evento con la mirada puesta en el futuro
Andy Lamadrid, director de la Compañía de Danzas Wiñay Tusuy de Perú, elogió la organización del evento y resaltó la oportunidad de intercambio cultural que ha significado para todos los participantes. «No solo se trata de mostrar nuestras danzas, sino de aprender unos de otros, de compartir experiencias y fortalecer los lazos entre nuestras naciones», afirmó.
El cierre del festival también estuvo marcado por la participación del Conjunto de Danzas Árabes de Palestina, cuyo director, George El Alam, resaltó la importancia del festival para la integración cultural. «Gracias a esta iniciativa, podemos compartir nuestra cultura árabe con el mundo, y sentimos que cada vez hay más aceptación y reconocimiento a nuestras tradiciones», concluyó.
Mirando hacia el futuro
El director de CONFONURA, Patricio Rojas, calificó la jornada final como un rotundo éxito y destacó la participación de todas las agrupaciones. «El festival ha sido un verdadero espacio de aprendizaje y enriquecimiento cultural para todos», afirmó. Rojas también anunció que para la próxima edición del festival ya se están llevando a cabo conversaciones con agrupaciones de Centroamérica y Asia, con el objetivo de hacer de Alto Hospicio un punto de encuentro aún más diverso e intercultural.
El XI Festival Folclórico Internacional «Nuestras Raíces» no solo ha sido una celebración de la música y danza, sino también una muestra de la solidaridad y fraternidad entre los pueblos de distintas partes del mundo, que a través del arte, logran conectarse y aprender unos de otros. Sin duda, este evento se ha consolidado como uno de los más importantes del norte de Chile, y su crecimiento en cada edición es una clara muestra del poder unificador de la cultura.