Con el propósito de fortalecer la prevención y el control de la rabia en perros y gatos en la zona fronteriza, los Ministerios de Salud de Chile y Bolivia llevaron a cabo un importante operativo binacional de vacunación antirrábica en la localidad boliviana de Pisiga, fronteriza con la comuna de Colchane.
La actividad fue impulsada por los Programas Nacionales de Enfermedades Zoonóticas de ambos países y contó con la participación de autoridades sanitarias chilenas y bolivianas, representantes de ORAS-CONHU, OPS/OMS, profesionales del SEDES Oruro y del equipo de la SEREMI de Salud de Tarapacá. Esta coordinación fortalece la vigilancia y el control de zoonosis en territorios fronterizos, donde la colaboración es fundamental.
Como parte del operativo, el Ministerio de Salud de Chile donó 1.000 dosis de vacuna antirrábica de uso veterinario, destinadas a reforzar las acciones preventivas en la zona, históricamente marcada por el intercambio cultural y económico entre ambos países.
Yennifer Flores Echeverría, encargada nacional del programa de vigilancia y control de la rabia, destacó que esta iniciativa es clave en el proceso de validación de Chile como país libre de rabia variante canina por parte de la OPS. “Este trabajo coordinado permite proteger a nuestras comunidades y avanzar hacia la meta regional de eliminar la rabia transmitida por perros al año 2030”, señaló.
El delegado Presidencial Provincial del Tamarugal (s), Rodrigo Vargas, valoró el trabajo colaborativo, afirmando que estas acciones refuerzan la integración entre ambas naciones y mejoran las condiciones sanitarias en Pisiga y el departamento de Oruro.
El director del Servicio Departamental de Salud de Oruro, Juan Rasguido Mejías, agradeció la donación, señalando que las vacunas serán de gran ayuda para inmunizar a los animales de la frontera. Por su parte, la asesora de OPS/OMS, Olivia Brathwaite, destacó que la vacunación transfronteriza es una medida efectiva que salva vidas y felicitó a los equipos de salud por su labor conjunta.
El operativo concluyó con un llamado a mantener la cooperación técnica permanente, entendiendo que la protección de la salud animal es esencial para resguardar la salud humana, especialmente en zonas donde la coordinación binacional es indispensable para enfrentar riesgos sanitarios.


