Hablar de pensiones en Chile es hablar de dignidad, y en esa conversación, las mujeres son protagonistas. Actualmente, más de 1.360.000 chilenas reciben la Pensión Garantizada Universal (PGU), lo que representa el 58 % del total de beneficiarios a nivel nacional. Este dato refleja una política pública que busca enfrentar desigualdades históricas en el mundo laboral y previsional.
En la región de Tarapacá, más de 31.000 personas reciben la PGU o el beneficio equivalente del Aporte Previsional Solidario de Vejez, de las cuales más de 17.000 son mujeres. Son nuestras madres, abuelas y vecinas, trabajadoras incansables que muchas veces tuvieron trayectorias laborales fragmentadas o sin acceso a la formalidad.
Decimos con convicción que la PGU tiene rostro de mujer, porque busca reparar brechas y entregar seguridad en una etapa de la vida donde más se necesita. Para acceder al beneficio, se requieren 65 años o más, cumplir requisitos de residencia y no pertenecer al 10 % más rico del país. Actualmente, la PGU asciende a $224.004, y a partir de septiembre aumentará a $250.000, comenzando con las personas de 82 años o más y quienes reciben pensiones por leyes de reparación (Valech, Rettig, exonerados o de gracia). Posteriormente, en 2026 llegará a quienes tengan 75 años o más, y en 2027 se extenderá a todos los mayores de 65 años.
Este avance forma parte de la Reforma de Pensiones recientemente promulgada, que amplía la protección social a 65.000 beneficiarios de pensiones de reparación, 300.000 personas con pensión básica solidaria o aporte previsional de invalidez, y a 5.000 montepiadas y montepiados de Dipreca y Capredena.
En Tarapacá hacemos un llamado especial a las mujeres mayores de 82 años que reciben pensiones de reparación a solicitar la PGU en cualquier sucursal ChileAtiende, por call center 101 o a través del sitio www.chileatiende.cl.
Nuestro compromiso es que ninguna persona quede atrás. La PGU no solo es una realidad concreta, sino también parte de un proceso más amplio: la Reforma de Pensiones, que ya está mejorando la vida de millones de chilenas y chilenos. En Tarapacá seguiremos difundiendo y acompañando este proceso, porque la seguridad social no es un privilegio, sino un derecho, y ese derecho se traduce en pensiones más justas, con rostro humano, con rostro de mujer.