Por primera vez en la historia de Chile, se ha aprobado la Política Nacional de Seguridad y Salud en la Minería (PNSSM), un hito fundamental para el país, especialmente para regiones mineras como Tarapacá, donde esta actividad representa no solo una fuente económica clave, sino también una realidad cotidiana para miles de trabajadores y trabajadoras.
La PNSSM, recientemente aprobada por el Comité Interministerial de Seguridad y Salud en el Trabajo, es el resultado de un proceso participativo, riguroso y de largo plazo liderado por los Ministerios del Trabajo y Previsión Social, Minería y Salud, y coordinado por la Subsecretaría de Previsión Social. Más allá de cifras y titulares, esta política representa un compromiso real por proteger la vida, la salud y la dignidad de quienes laboran en la minería, en todos sus niveles.
Esta política pública tiene como propósito ordenar, coordinar y guiar las acciones del Estado y de los diversos actores sociales, fijando objetivos claros, principios y compromisos para prevenir accidentes, mejorar las condiciones laborales, reducir enfermedades profesionales y garantizar un entorno seguro para las personas trabajadoras del sector minero. Así, establece con claridad qué se debe hacer, cómo hacerlo y bajo qué estándares, colocando siempre a las personas en el centro.
Uno de los aspectos más destacados de la PNSSM es su enfoque descentralizado y tripartito. Durante 2023, se realizaron talleres en siete regiones del país, incluida Tarapacá, donde participaron sindicatos, empresas y organismos públicos. Estos encuentros permitieron recoger experiencias, identificar problemáticas locales y proponer soluciones que enriquecieron y dieron sentido a la política.
La PNSSM establece principios esenciales como el respeto a la vida, el enfoque de género y diversidad, y la promoción de una cultura preventiva. Además, fija compromisos concretos para todos los actores involucrados: el Estado, empleadores, trabajadores y administradores del seguro de accidentes laborales. No se trata solo de cumplir la ley, sino de transformar profundamente la manera en que se entiende la seguridad y la salud en la minería.
Este enfoque preventivo, colaborativo y a largo plazo posiciona a Chile como un referente internacional en la materia, pero también nos desafía a implementar esta hoja de ruta con decisión y coherencia. Porque no hay desarrollo sostenible sin trabajo decente, y no hay trabajo decente sin condiciones dignas, seguras y humanas para quienes lo ejercen.
Desde Tarapacá celebramos este avance y esperamos que la implementación de la PNSSM continúe adaptándose a las particularidades de nuestras comunidades mineras, para que la seguridad y salud en el trabajo sean un derecho garantizado en todo el territorio.
